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#366escritoras

María José Navia nos recomienda #366 escritoras, y más...

Hilda Mundy
Bolivia


1912-1982

 

“¿Cuándo se mide la inconmensurabilidad de la desgracia?/ En el aburrimiento./¡Debería ensancharse el purgatorio para las almas cansadas!”

Hoy vuelvo a Bolivia con las recomendaciones (me confieso muy fan de la literatura de ese país), para hablarles de una poeta rara y maravillosa, que publicó un solo libro en vida y cuya obra ha sido rescatada en el último tiempo. Se trata de Hilda Mundy (Bolivia 1912-1982).
Hilda Mundy es el seudónimo de Laura Villanueva Rocabado (que también adoptó diferentes nombres en sus columnas en distintos periódicos). En vida sólo publicó el libro Pirotecnia (en Chile se encuentra en una bellísima edición de Los Libros de la Mujer Rota).
Dice E. Paz Soldán en el prólogo que, al contrario de lo que suele pensarse de las vanguardias como grupos de escritores, “[e]n muchos países de América Latina no todo fue tan colectivo; ese es el caso de Bolivia, que tuvo a Hilda Mundy como su única escritora de vanguardias…”.
Es linda la imagen. Es triste también: la de una mujer sola conjurando sus fuegos artificiales en medio de una ciudad que la atrae y la rechaza a la vez. Como explica Paz Soldán: “Sus sesenta textos en prosa tratan de atrapar el ruido de la urbe en el nuevo siglo”
Dice también: “Hilda Mundy acepta el culto moderno de la velocidad, pero prefiere el movimiento más tranquilo del tranvía al desenfrenado del automóvil.”.
Tal vez ese es el miedo al que hace alusión el subtítulo de su obra: “ensayo miedoso de literatura ultraísta”. Un miedo que no teme a los críticos sino al aburrimiento que se inserta en el centro de la modernidad como un corazón que late cansado.
Y así comienza: “Ofrezco este atentado a la lógica./No tiene lugar ni filiación en el campo bibliográfico (...)Alguien me dijo: su libro será un fracaso que hará reír./Y hallé júbilo en la predestinación: al imaginar tres docenas de lectores riendo de las páginas de mi fracaso.”
En Pirotecnia (publicado en 1936 en La Paz) encontramos todos los tonos, todas las texturas. Encontramos risas y lágrimas.Desde reflexiones divertidas como: “Una teoría:/ Las emociones están en relatividad con el peso de las personas” a sugerencias que proponen que las esposas le pidan cosas a sus maridos mientras están leyendo porque “Todo parecerá al esposo trivial y pequeño, comparado/con las grandes calamidades que narra el diario favorito; y neutralizado con el olor agradable de las tostadas/del café”
Leemos:”Un ocurrente decía que las mujeres metódicas que/’cronometrizan’ sus amores con el tirano reloj se equiparan/ a los frascos de farmacia despachados por fórmulas/médicas, con la instrucción infaltable (...) en la etiqueta al rodete engomado que reza:/AGÍTESE ANTES DE USAR”
Pero también está, y de forma muy prominente, el temor a la rutina y al aburrimiento como algo que puede carcomerlo todo: “Y pensar que este amor hecho poema, terminó con/un esposo neurasténico, una esposa con la curva de la/maternidad cansada, una estufa y un gato!”.
En Pirotecnia el aburrimiento tiene una presencia sombría. Entre tanta velocidad y luces, el aburrimiento aparece como una peste: “¿Cuándo se mide la inconmensurabilidad de la desgracia?/ En el aburrimiento./¡Debería ensancharse el purgatorio para las almas cansadas!”
Otra cita: “Cuando el hastío quiere sobornarme, al punto me/ invisto de particularísimas funciones/ Me siento imaginativamente:/Inspector oficial de los viandantes./Artista delicado de las canchas de foot-ball./Contralor asiduo de los flirts perrunos./Visador de residuos”
“Mi espíritu-buzo “escalafrandado” se inmerge en la/delincuescencia de la noche./ La ciudad arroja a sus aburridos./Se diría que los aborta a las plazas y calles con la colilla/del cansancio.”(…) “Hombres de dimensión ‘standard’ que acusan los cien centímetros de vida corriente”
Y el “espíritu escalafrandado” de Mundy se atreve a explorar todos los rincones de la ciudad y las personas que los transitan. Más que la descripción de un espacio, tenemos la descripción de una velocidad que es una belleza nueva y también una violencia nueva.
Dice Mundy: “La era maquinista hará del mundo un encantamiento/en hierro.” Y también: “El espectáculo más ‘abracadabrante’ en este siglo del/ automóvil y del amor en oro americano…sería un suicidio/de pasión… con la ridiculez de una carta póstuma”
Mundy escribió dos libros y decidió guardar silencio (solo Pirotecnia fue publicado durante su vida). Ese silencio que ella siente perfecto porque, como dice en uno de sus poemas: “callarse es hacer florecer el pensamiento en la ruta de la/Perfección…
Y Pirotecnia es, por cierto, un libro perfecto y luminoso en el que el silencio queda cargado de belleza y sombras, como el silencio que queda después de los fuegos artificiales.
Después de la muerte de Mundy, recién en 1989, se publicó el segundo libro de la autora: Cosas de fondo: Impresiones de la Guerra del Chaco. Luego, en el 2016, la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia publicó un hermoso volumen con su Obra Reunida.
Así comienza: “Las retinas que asomen a estas líneas no esperen encontrar bellezas de estilo, rigideces de historia o frases de filosofía honda y meditativa. Tan solo es la cosecha de un espíritu sensible que se bebió los pasajes de una guerra como un helado cualquiera.”
Y también: “Las ciudades daban la impresión de un refugio de fieras arrojadas de la selva, fieras que recorrían ávidas el damero de las cuadras estrechas.”

 

©️ Foto encontrada en: https://www.latercera.com/culto/2017/06/08/hilda-mundy-cuando-lo-breve-se-inabarcable/

                    

 

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