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#366escritoras

María José Navia nos recomienda #366 escritoras, y más...

Alejandra Costamagna
Chile


1970-

 

“Entonces ella era una niña y confundía las palabras. Solsticio con solcito (no entendía que hubiera un día preciso que marcara el inicio del solcito de verano...” 

Alejandra Costamagna (Chile, 1970) es  autora de magníficos cuentos y novelas como El sistema del tacto (su más reciente y que resultó finalista del Premio Herralde 2018).
Además de El sistema del tacto (de la cual hablaremos más adelante), Costamagna ha publicado cuatro novelas: En voz baja, Ciudadano en retiro, Cansado ya del sol y Dile que no estoy (finalista del Premio Planeta).
Muchos de sus libros, además, han sido publicados en editoriales independientes de Latinoamérica como Laguna (Colombia), Almadía (México) y Mantis (Bolivia).
El año 2018 su novela El sistema del tacto fue finalista del prestigioso premio Herralde. Una novela bellísima sobre la pertenencia, sobre el pasado y el presente de una familia, sobre el sentirse siempre extranjero y medio desajustado.
Pero hoy quiero concentrarme más en los cuentos de Costamagna. En esos relatos que se detienen en las palabras con curiosidad y cuidado, que exploran las relaciones familiares siempre dolorosas pero sin descuidar el humor. En libros tan bellos como Imposible salir de la tierra.
Un libro que empieza con una muchacha “muy pero muy loca” y termina con una mujer que enciende las luces casi al llegar al final de la página. Que nos regala paseos por hospitales en los que se espera a la muerte o donde, de frentón, ya no se quiere estar.
Viajes que cruzan cordilleras o llegan hasta Japón solo para encontrar más muerte. Pasos cansados, y también pasos rápidos, hacia un futuro que se cree luminoso pero que recibe a los personajes con un letrero de clausurado
Un libro que si bien duele, no alcanza a quitarte del todo la sonrisa. Porque la tristeza que se concentra en estos relatos es una tristeza como con una ventana bien abierta al fondo, una ventana que deja entrar el aire y hace circular ese lenguaje con el que Costamagna cuenta.
El relato que le da título a la colección,cuenta la historia de dos hermanas que han quedado huérfanas y juegan a tener catalepsia porque, si bien “no sabían bien qué era la catalepsia, …les parecía que no estaban cien por ciento vivas.”
Julieta está enferma y debe operarse. No quiere pero su hermana insiste. Y la descripción de ella es gloriosa: “Raquel no es una mala persona: se come las uñas, estornuda igual que un gato, anda dando las gracias todo el tiempo. Hasta cuando la ignoran dice oh, muchas gracias.”
La muerte se contempla en primera persona, como una posibilidad, pero también como testigo. Como en el cuento “Are you ready?” (con ecos en El sistema del tacto) en el que una mujer viaja a Argentina, en lugar de su madre, para ver morir a uno de sus tíos.
Nuevamente llega la muerte y la observamos desde las palabras. Así, comenta la narradora: “Les dicen restos, como si fueran las sobras de un pan desmigajado.” Y también: “Les dicen cuerpos. De un minuto a otro dejan de ser personas y pasan a ser cuerpos.”
Y es la atención al lenguaje la que trae esos momentos de frescura, que se agradecen en medio de tanta muerte: “Entonces ella era una niña y confundía las palabras. Solsticio con solcito (no entendía que hubiera un día preciso que marcara el inicio del solcito de verano...” 

 

©️ Foto encontrada en: https://www.anagrama-ed.es/autor/costamagna-alejandra-2393

                         

 

Alejandra Costamagna: "Todos mis personajes están un poco torcidos":