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Club de Lectura OnLine

Segunda sesión "El ruido y la furia"

El ruido y la furia

De William Faulkner

                                             

Puedes encontrar este libro en Bibliotecas UC

 

William Faulkner - Premio Nobel de Literatura 1949

Discurso del autor al recibir el Premio Nobel de Literatura

William Faulkner alcanza el éxito en 1929, a través de su obra El ruido y la furia. Esta historia destacó por la experimentación literaria que incluye. Presenta cuatro perspectivas narrativas diferentes.

El estadounidense utiliza el estilo de torrente de conciencia en su narrativa. Esta técnica consiste en la inclusión de los pensamientos, tal y como aparecen en la mente de los personajes, oponiéndose a una narración estructural tradicional.

La obra maestra del Premio Nobel de Literatura William Faulkner relata la degeneración progresiva de la familia Compson, sus secretos y las relaciones de amor y odio que la sostienen y la destruyen.

«La vida no es más que una sombra... Una historia narrada por un necio, llena de ruido y furia, que nada significa.»
Macbeth, William Shakespeare

Por primera vez, William Faulkner introduce el monólogo interior y revela los diferentes puntos de vista de sus personajes: Benjy, deficiente mental, castrado por sus propios parientes; Quentin, poseído por un amor incestuoso e incapaz de controlar los celos, y Jason, monstruo de maldad y sadismo.

El libro se cierra con un apéndice que descubrirá al lector los entresijos de esta saga familiar de Jefferson, Mississippi, conectándola con otros personajes de Yoknapatawpha, territorio creado por Faulkner como marco de muchas de sus novelas.

William Faulkner (25 de septiembre de 1897 – 6 de julio de 1962) escritor. Nació en Nueva Albania, Misisipi, Estados unidos.  Nació en una familia tradicional sureña, y como hermano mayor tuvo que asumir varias responsabilidades. Su padre era Murry Cuthbert Falkner y su madre Maud Butler. La cultura y las tradiciones de su estado natal causaron mucha influencia en él, asimismo el ambiente general del Sur de Estados Unidos. Su carácter típico sureño estuvo presente en toda su obra, y que junto a la atemporalidad de sus temas, marcarían la base de todos sus trabajos literarios.

Faulkner tuvo el privilegio de estudiar en la escuela, pero en 1915 abandonó los estudios y empezó a trabajar en el banco de su abuelo. Realmente tenía mayor interés en recolectar dinero que en educarse. Luego, se desempeñó como piloto de la RAF (Real Fuerza Aérea Británica) en la I Guerra Mundial. Luego de regresar de la guerra se dirigió a su ciudad, y entró a la Universidad de Misisipi, aunque nuevamente decidió retirarse de la academia. Esta vez lo hizo con la intención de dedicarse a la escritura.

Para sustentarse tuvo que recurrir a trabajos varios desde pintor de techos hasta cartero de la Universidad de Misisipi, en este trabajo duraba poco porque repartía tarde el material ya que se quedaba leyéndolo. Faulkner tuvo que afrontar momentos difíciles, publicó su primer y único poemario: The Marble Faun (1924). Previamente el escritor se desempeñaba como periodista en Nueva Orleans, en donde tuvo la oportunidad de conocer a Sherwood un importante escritor de cuentos estadounidense, su amistad fue clave porque este ayudó a encontrar un editor para su primera novela, La paga de los soldados (1926).

Sus viajes por varios estados de Estados Unidos fueron de gran importancia para la creación de sus obras literarias. Estuvo en Los Ángeles, Nueva Orleans, Nueva York o Toronto y salió a Europa, vivió cinco años en París, aunque para muchos es sorprendente, Faulkner nunca se interesó por frecuentar los círculos literarios de la llamada Generación Perdida. Para este autor conseguir el  éxito literario era fundamental, pero realmente nunca lo alcanzó. Lo más cerca que estuvo del éxito fue gracias a su obra El ruido y la furia (1929), novela de carácter experimental, esta posee cuatro voces distintas que narran la historia.

Luego de este éxito y de los buenos comentarios que recibió la obra, Faulkner publicó otra obra del mismo corte: ¡Absalón, Absalón! (1936), la estructura temporal del relato es laberíntica, dejando de lado la linealidad de la narración tradicional para mejor seguir el hilo de la conversación o del recuerdo. Mientras tanto, en Las palmeras salvajes (1939) se establece entre los capítulos un juego de ecos e ironías nunca cerrado por sus lectores ni por los críticos. Se dice que el autor era adicto al trabajo y escribía durante jornadas extenuantes sin descanso.

Pero tal vez sin esto, no hubiera nacido el personalísimo estilo, construido a partir de frases extensas y atropelladas, de gran barroquismo y potencia expresiva, en varias ocasiones fue cuestionado por su carácter excesivo, pero la fascinación de su escritura se impuso finalmente a los críticos. La situación que más afectó su vida personal y literaria fue su adicción al alcohol.

A pesar de esto en 1950, recibió un premio por sus Narraciones completas, y en ese mismo año recibió el Premio Nobel de Literatura, esto fue el espaldarazo definitivo que necesitaba para ser reconocido, en su país natal, como un gran escritor. Desde ese momento, Faulkner se alejó un poco del alcohol y continuó trabajando en sus obras, además recibió numerosas condecoraciones. También se desempeñó como escritor de guiones de cine para productoras cinematográficas de Hollywood.

Esta situación lo convirtió en un hombre público, e incluso fue nombrado embajador itinerante por el presidente Eisenhower. Los últimos años de su vida, los dedicó a dictar conferencias, colaborar con el reconocido director de cine Howard Hawks, realizó varios viajes, y como nunca se casó mantuvo varias relaciones sentimentales efímeras y fugaces, esto fue una estrategia para aislar su mente de su adicción, igualmente dan la impresión de una angustia creciente y nunca resuelta.

Como mencionamos anteriormente, el escenario de la mayoría de sus novelas, es su ciudad natal; el Sur de Estados Unidos. El escritor recreó un imaginario condado sureño bautizado Yoknapatawpha, cuyas connotaciones y poder simbólico le confiere un aura casi bíblica. En las obras de Faulkner se observa la intención de recrear la vida sureña, a pesar de su localismo sus historias y sus personajes logran adquirir una proyección universal. Dicha situación fue muy admirada por otros escritores y por la crítica.

William Faulkner es considerado como uno de los más grandes autores del siglo XX, y considerado como uno de los padres de la novela contemporánea. Uno de los trabajos más admirados fue su antología de cuentos La paga de los soldados (1926), El ruido y la furia (1929), Santuario (1931) fue, su novela más vendida, también podemos mencionar Luz de agosto (1932), ¡Absalón, Absalón! (1936), El villorrio (1940), ¡Desciende, Moisés! (1942). También fue autor de guiones como: Vivamos hoy (1933), Gunga Din (1939) y El sueño eterno (1946).

Luego de morir, con una salud empobrecida y atacada por su adicción al alcohol, Faulkner recibió el National Book Award, este entregado por la edición de sus Cuentos Completos. El escritor norteamericano murió el 6 de julio de 1962, a causa de un infarto de miocardio. Sus restos fueron cremados en el Oxford Memorial Cemetery, en un sepulcro familiar.