La mareas y los ciclos del agua permiten a las distintas especies de organismos desarrollarse, intercambiando energía a través de distintos procesos físicos y químicos que se denominan procesos metabólicos.
El humedal configura toda una red de relaciones: una trama de dependencia para el funcionamiento de cada uno de los componentes. El agua es refugio para todos los componentes acuáticos y el soporte de todo el sistema.
La lámina “Diversidad de especies de fauna” muestra que en el humedal la mayor abundancia de especies se produce en los meses de invierno, lo que se explica por la condición de laguna que presenta el humedal en el período de estiaje. Es también en este período del año cuando se produce mayor riqueza de especies, en particular en aves acuáticas, ribereñas y terrestres (CEA, Informe Final Caracterización del Humedal costero estuario del río Huasco para su postulación como Santuario de la Naturaleza, Marzo 2017).
La mayor riqueza y abundancia de especies fue observada en el sector más cercano ala desembocadura (F1 y F2 en la imagen); mientras que la variedad de especies (riqueza absoluta) es menor en la cercanía de la ciudad (punto F3 en la imagen) y en los sectores de dunas. Destaca la variedad de especies en la cercanía de las plantaciones de olivos, así como la abundancia de éstas en los meses de invierno (puntos F5 y F6 en la imagen).
En los puntos F1 y F2 los gráficos expresan lo siguiente: además de ser los puntos con mayor abundancia y riqueza absoluta, en éstos la mayor abundancia estacional se produce en los mese de invierno en relación a los meses de primavera. Mientras que en los puntos F4 y F5 se produce mayor abundancia estacional en los meses de primavera.
La especie con mayor presencia en el humedal en invierno es la Tagua común (Fulica armilata) seguida de la Gaviota garuma (Larus modestus) y el Zarapito (Numenius phaeopus) y la Golondrina chilena (Tachycineta meyeni).