La Costa Sudamericana frente al Océano Pacifico es reconocida como una angosta plataforma continental, caracterizada por un clima árido y una fuerte influencia de la interacción entre el oleaje, las mareas, el viento y la geomorfología continental. En términos territoriales, Perú dispone de 3.080 kilómetros de litoral, mientras que en Chile dicha extensión supera los 4.200 kilómetros. Ambos países integran una franja con diversas características de tipo físico, químico y biológico, en donde se ha conformado un corredor de biodiversidad en el desierto costero con una amplia variabilidad de ecosistemas acuáticos (Aponte, 2017; MMA, 2023).
Bajo esta línea, los humedales costeros son lugares de vital importancia debido a la variada riqueza ecosistémica que poseen, siendo un hábitat permanente o transitorio para la vida silvestre. Entre las múltiples definiciones, la Convención Ramsar reconoce a los humedales como “extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de agua, sean de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda los 6 metros” (Díaz et al., 2021; Convención Ramsar, 1971).
El proyecto plantea impactar en la actualización y profundización del estado del arte en materia de conocimiento científico y técnico sobre humedales costeros en Iberoamérica, especialmente en los países que participan de la red: Chile, Perú y España. Asimismo, en los territorios nacionales, el proyecto promueve nuevo conocimiento científico y técnico referido a estrategias de rehabilitación y conservación de humedales costeros, mediante una metodología de investigación y aprendizaje participativo, basado en análisis de casos, contribuyendo a la comprensión de los humedales como importantes infraestructuras socio-ecológicas. La investigación que realiza la red busca retribuir a los territorios estudiados en Chile los hallazgos de sus investigaciones, por lo que se prevé el desarrollo de actividades que permitan difundir la importancia de los humedales costeros como infraestructuras ecológicas para la resiliencia de las ciudades y sus territorios (ODS 9 y 11), que requieren de medidas colectivas para asegurar su conservación (ODS 15), en particular en condiciones de vulnerabilidad hídrica, como las que presenta el desierto de Atacama (ODS 6). La red implementará encuentros internacionales para compartir experiencias e investigaciones sobre la caracterización de humedales costeros, infraestructuras basadas en soluciones de la naturaleza y medidas de conservación.
El proyecto se enmarca en el trabajo de la Red URBAN WET-LAB cuyo objetivo es contribuir al desarrollo de estrategias y acciones de rehabilitación y conservación de humedales costeros, comprendiendo su relevancia como infraestructura ecológica para el desarrollo sostenible, la resiliencia y la adaptabilidad al cambio climático en contextos de vulnerabilidad hídrica en Iberoamérica.
Los objetivos específicos de la red son:
Participan de esta red: la Pontificia Universidad Católica de Chile: Magíster en Arquitectura del Paisaje, Escuela de Arquitectura; el Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio, Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad politécnica de Madrid; la Universidad de Antofagasta: Instituto de Ciencias Naturales Alexander von Humboldt, Facultad de Ciencias del Mar y Recursos Biológicos; el Departamento de Desarrollo Urbano, Secretaría Regional Ministerial de Vivienda y Urbanismo, Región de Atacama, la Subsecretaría de Medio Ambiente del Ministerio de medio Ambiente y la Corporación Nacional Forestal, Región de Atacama: Departamento de Áreas Silvestres Protegidas.
El proyecto comprende un equipo de trabajo multidisciplinario con investigadores de la Universidad de Antofagasta, la Pontificia Universidad Católica de lima, de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid y de la Pontifica Universidad Católica de Chile.
